La sexología es la ciencia que estudia la sexualidad humana y consigue dar sentido a todo lo que está relacionado con el ser, sentirse y expresarse como ser humano sexuado y como hombre y mujer.
La sexualidad abarca todo lo que tiene que ver con el amor, la comunicación del afecto, el placer, la ternura, el contacto con el otro, la intimidad, el respeto de los límites y necesidades de otras personas, el respeto a la diversidad, los roles de género, el erotismo, las prácticas sexuales seguras, la orientación e identidad sexual, las relaciones interpersonales, la aceptación y el conocimiento del propio cuerpo, y un largo etcétera.
La terapia sexual surge como es un recurso muy potente para cuando aparecen dificultades y/o malestar en algunas de estas áreas y no podemos vivir nuestra sexualidad como nos gustaría o de manera plena.
En la actualidad, la sexualidad es considerada por los especialistas en terapia sexual como un área más que forma parte del bienestar personal, siendo además un indicador de salud física y mental y un factor determinante en el éxito de la pareja.
La terapia sexual es un enfoque de intervención en el que es esencial el compromiso y el esfuerzo de la persona para conseguir los cambios deseados. No obstante, suele ser una terapia de duración breve y se trabaja con recursos eróticos, atractivos y motivantes.
Problemas sexuales más comunes
Los problemas más comunes que nos podemos encontrar en terapia sexual son las disfunciones sexuales entre las que destacaremos:
- Deseo sexual hipoactivo o falta de deseo: es la falta de interés por la actividad sexual en solitario o en pareja que produce malestar en la persona.
- Aversión al sexo: es el miedo extremo o fobia a mantener relaciones sexuales.
- Disfunción eréctil: es la imposibilidad para lograr y/o mantener la erección apropiada a lo largo de la actividad sexual.
- Anorgasmia: es la incapacidad o dificultad de la mujer para alcanzar el orgasmo a solas o en pareja.
- Eyaculación precoz: es la incapacidad o falta de control del hombre para retrasar la eyaculación, produciéndose antes de lo deseado por la persona para disfrutar de la actividad sexual.
- Eyaculación retardada: es la ausencia o dificultad en el hombre para alcanzar el orgasmo con la suficiente estimulación.
- Vaginismo: es la imposibilidad de realizar la penetración, debido a la contracción involuntaria de los músculos de la parte más externa de la vagina.
- Dispareunia: es la aparición de dolor genital antes, durante o después de la penetración vaginal.
Tratamiento psicológico de los problemas sexuales
- Entenderás qué causas originaron y mantienen el problema sexual.
- Reducirás tu ansiedad, inseguridad, vergüenza o culpa ante las relaciones sexuales y aprenderás a acceder a un acercamiento erótico de forma tranquila y relajada.
- Realizaremos una profunda revisión de tus actitudes y creencias aprendidas sobre la sexualidad, el deseo y el placer. De manera que, a través de la educación e información sexual actualizada, abandonarás creencias erróneas, mitos, prejuicios y actitudes que estén interfiriendo en tu vida sexual.
- Te proporcionaré ejercicios personalizados y adaptados al problema en cuestión. Se utilizarán las técnicas y las pautas que han demostrado ser más eficaces en cada tipo de disfunción sexual. Podrán realizarse a nivel individual o en pareja.
- Favoreceremos la toma de conciencia y expresión de sentimientos, necesidades, deseos y preferencias sexuales.
- Analizaremos cómo influyen los roles de género en tu manera de vivenciar tu sexualidad eliminando lo que interfiera.
- Conocerás mejor el funcionamiento de tu propio cuerpo, y del cuerpo humano en general, en todo lo relativo a la sexualidad.
- Favoreceremos la comunicación y la asertividad sexual. Es decir, aprenderás a pedir lo que te gusta, a poner límites y a decir no ante acercamientos sexuales no deseados, a tomar la iniciativa, a cómo responder a las peticiones sexuales de otros, etc.
- Trabajaremos en tu autoestima e imagen corporal para que tengas mayor seguridad en ti y así no interfiera en la manera de vivir tu sexualidad.
- Aprenderás a focalizar la atención en las sensaciones placenteras y a dejarte llevar por ellas.
- Aprenderás herramientas y recursos para afrontar situaciones de riesgo y mantener los cambios obtenidos.
En el abordaje de los problemas sexuales es recomendable que la pareja participe, al menos en algunas de las sesiones, ya que es una dificultad que afecta a ambos miembros de la pareja. No obstante, si la persona no tiene pareja, o esta no quiere/puede colaborar, la intervención puede realizarse de forma individual.
En caso de detectar un posible problema físico implicado en la disfunción sexual, se valorará la intervención de otro profesional de la salud (médico, ginecólogo, fisioterapeuta del suelo pélvico…), que más se adapte a las necesidades de cada caso. Así garantizamos una atención global teniendo en cuenta todos los aspectos implicados en el problema sexual.